Cristianismo Verdadero.
La Parábola del sembrador.
Lectura bíblica:
Mateo 13:3-8, 19:23; Marcos 4:3-8, 14-20; Lucas 8:5-8, 11-15.
Las
parábolas enseñadas por el señor Jesús,
son una fuente básica para conocer qué es y cómo vivir el cristianismo
verdadero. Comenzaremos con la parábola del sembrador, pues en ella encontramos
el inicio del proceso para formar la iglesia cristiana, la cual en el evangelio
de mateo se le relaciona directamente con “el reino de los cielos”. Haremos una
lectura combinada de los tres evangelios sinópticos, para percibir detalles.
I.- La semilla y
el sembrador y la tierra.
I.1.- Marcos 4:14 “El sembrador es el que
siembra la Palabra”.
I.2.- Lucas 8: 11 “La semilla es la
palabra de Dios”.
I.3.- Mateo 13: 19 “La semilla es la
Palabra del Reino”.
I.4.- Mateo 13: 19; Marcos 4:15; Lucas
8:12 “La tierra de siembra es el corazón del hombre”
II.- La semilla
que cayó junto al camino.
Mateo 13:4 “Y
mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino;(Lucas 8:6 “y fue hollada”) y vinieron las aves y
la comieron”.
II.1.- Mat 13:19 “Cuando alguno oye la
palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su
corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino”. Mar 4:15 Y éstos son los de junto al camino: en
quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene
Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. Lucas 8:12 Y los
de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su
corazón la palabra, para que no crean y se salven.
II.2.- Estar junto al camino implica vivir
conforme la corriente del mundo, interesado en sus conceptos, filosofías y
formas de pensar contrarias a los propósitos de Dios. Esos pensamientos con los
que el mundo llena las mentes de la gente son los que “Pisotean” la semilla y
se la comen. (Aquí no se alcanza a creer).
III.- La semilla
que cayó entre pedregales.
Mat 13:5-6 “Parte cayó en pedregales, donde no había
mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero
salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó”.
III.1.- Mat 13:20.21 “Y el que fue
sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe
con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, (Lucas 8:13 “creen por algún tiempo”) pues al venir
la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan (Lucas “se apartan”)”.
III.2.- Algunos reciben rápidamente la
Palabra (brotó pronto), y lo hacen con gozo. El problema aquí son las piedras
(poca tierra), no hay raíces (se necesita tiempo y enseñanza). La vida
cristiana está llena de pruebas y tribulaciones (1Tes.3:3; 2Tim.3:12), sin
raíces profundas no hay victoria.
Es normal
recibir la palabra con gozo, el problema es que este gozo es un sentimiento del
alma, porque sin raíces no hay vida espiritual, no hay “nuevo nacimiento”. Las
iglesias están llenas de cristianos que no han nacido de nuevo, su actuar es
emocional, viven su supuesta vida cristiana por emociones, necesitan cultos
emotivos para sentirse bien. Entonces vienen los problemas y se apartan.
IV.- La semilla
que cayó entre espinos.
Mat 13:7 “Y parte cayó entre espinos; y los espinos
crecieron, y la ahogaron (Mar 4:7 “y no dio fruto”)”.
IV.1.- Mat 13:22 “El que fue sembrado entre espinos, éste es
el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas (Mar. 4:19 “y las codicias de otras cosas”) (Luc. 8:13 “y
los placeres de la vida”), ahogan la palabra, y se hace infructuosa”.
IV.2.- Esta semilla si echó raíces, si hay
“nuevo nacimiento” tanto que se esperaba que diese frutos, pero fue ahogada por
los espinos que crecieron junto con ella (recuerden el trigo y la cizaña) y no
dio fruto. En el “nuevo nacimiento” se produce la “regeneración” la cual es
instantánea, pero tiene que seguir la renovación que lleva a la transformación.
Resulta que estos cristianos verdaderos
nunca crecieron espiritualmente, nunca dejaron de ser “niños en Cristo” y nunca
estuvieron dispuestos al compromiso (al negarse a sí mismos) porque las
preocupaciones de la vida siempre estuvieron en primer lugar y no tuvieron
tiempo de cultivar una relación íntima con Jesús. Cumplían en la Iglesia pero
no con el Señor, oraban pero por sus necesidades, nunca por la voluntad de
Dios. ¿Serán salvos? Pudiera ser que si pero sin galardones (1Cor. 3:15).
V.- La semilla
que cayó en buena tierra.
Mat 13:8 “Pero parte cayó en buena tierra, y dio
fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno”.
V.1.- Mat 13:23 “Mas el que fue sembrado en buena tierra,
éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a
sesenta, y a treinta por uno”. (Luc 8:15 “… éstos
son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con
perseverancia”).
V.2.- Estos son los Cristianos que logran
llegar a la madurez (Heb. 5:13-14). Se han rendido a Cristo totalmente
alcanzando la “plenitud del Espíritu”, es decir, han llegado al punto de tener
una relación tan intima y completa que “andan en el Espíritu” y el Espíritu ha
forjado en ellos la “imagen del hijo” produciendo la personalidad de Cristo
(los frutos del Espíritu).
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